

Volver a lo Esencial
ENCUENTRO COMO FIN para develar el Ser y el Somos
Hay momentos en la historia —y en la vida— en que todo parece agrietarse: las certezas, los relatos, las formas de estar en el mundo. Momentos donde lo que antes bastaba ya no alcanza; donde lo útil no siempre es lo verdadero; donde la abundancia externa convive con un vacío que aprieta por dentro.
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Y entonces surge una pregunta que no se grita, pero se siente:
¿Qué es lo esencial que hemos olvidado?
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No hablamos de ideologías, ni de recetas. Hablamos de eso que late más allá de los discursos.
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Lo esencial no se impone: se recuerda.
Dice de eso, que cuando lo reconocemos, nos transforma.
En medio de estas incertezas, tres palabras simples, y profundas, vuelven a buscar su lugar:
CONCIENCIA
RELACIÓN
SENTIDO

Consciencia: el coraje de abrir los ojos
Despertar no siempre trae paz. A veces trae vértigo.
Porque ver con más profundidad implica ver también el dolor, la injusticia, el daño que hemos normalizado, o más aún que hemos silenciado.
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Cada día, más personas buscan meditar, respirar, silenciarse.
Pero también más que nunca sufrimos ansiedad, insomnio, miedo.
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¿Paradoja? No. Señal.
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Señal de que la consciencia está pidiendo su lugar, no como evasión, sino como forma de vivir más despiertos.
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Con los ojos abiertos, aunque duela.
Con un corazón presente, aunque se sienta frágil.
Relación: el arte de acercarse sin perderse
Necesitamos del otro. Pero tememos su cercanía.
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Queremos comunidad, pero nos cuesta confiar.
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Chile es un país donde la desconfianza ha sido escuela, y la competencia un modelo de vida.
Y sin embargo, florecen encuentros pequeños: círculos, pequeñas comunidades, tejidos humanos.
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Porque intuimos desde dentro, que vivir sin el otro es sobrevivir a medias y morir entero.
La relación es un espejo: nos muestra lo que somos… y lo que aún tememos ser.


Sentido: ese hilo invisible que ofrece dirección
¿Para qué todo esto?
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Es la pregunta silenciosa que muchos se hacen en la noche, después del éxito, o en medio del cansancio.
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El sentido no siempre se encuentra en una gran revelación.
A veces aparece en el gesto simple, en la ternura gratuita, en la mirada que comprende.
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Chile vive una crisis de sentido: lo dicen las cifras, los suicidios, los vacíos, los silencios, la soledad.
Pero también vive una búsqueda de propósito, de volver a lo simple, a la naturaleza, para reencantar la vida.
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El sentido no es un mapa. Es una dirección que se devela mientras caminamos.
